Comer pescado azul como el atún, el salmón o las sardinas puede tener efectos beneficiosos para la salud, según un estudio realizado por una universidad en Finlandia. Este estudio reveló que el consumo de pescado azul aumenta la fluidez de la membrana celular, lo que a su vez reduce el riesgo cardiovascular.
El índice lipofílico, que indica la fluidez de la membrana celular, fue más bajo en las personas que consumían pescado azul de manera regular. Es importante destacar que una mejor fluidez de la membrana se relaciona con un menor riesgo cardiovascular.
Además, el estudio encontró que el consumo de pescado azul se asoció con un mayor tamaño y concentración de partículas de lipoproteínas de alta intensidad (HDL), lo que sugiere un beneficio cardiovascular adicional.
El aceite de camelina, que es rico en ácido alfa-linolénico, también fue objeto de investigación. Sin embargo, aún se desconoce su relación con la fluidez de la membrana.
Estos estudios se realizaron utilizando datos de ensayos clínicos con personas que padecen intolerancia a la glucosa y enfermedades cardiovasculares. En ambos estudios, se observó que consumir cuatro comidas de pescado azul por semana mejoraba significativamente la fluidez de la membrana, mientras que el consumo de pescado magro o aceite de camelina no tuvo ningún efecto.
Estos nuevos hallazgos respaldan la idea de incluir el pescado azul en nuestra dieta regularmente para obtener beneficios para la salud cardiovascular. El consumo de pescado azul puede ser una excelente opción para aquellos que desean proteger y mejorar su salud.

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