Industria alimentaria busca reconstruir sus márgenes después de pérdidas durante año pasado
La industria alimentaria en España está buscando reconstruir sus márgenes después de sufrir pérdidas el año pasado debido a la escalada inflacionaria. Aunque la mayoría de los grandes fabricantes aumentaron sus ingresos en 2022, también redujeron sus márgenes de explotación y empeoraron sus resultados netos.
Uno de los principales problemas que enfrenta el sector alimentario son los altos costos de producción. Estos han aumentado un 45% desde el año 2021, lo cual es mucho más alto que el aumento de los precios en el punto de venta. Como resultado, la pérdida de rentabilidad es la principal preocupación para el 76% de las empresas del sector de alimentos.
Ante esta situación, las empresas están buscando diferentes estrategias para mejorar su rentabilidad. Algunas están considerando la desinversión de negocios no rentables y la protección de los volúmenes de venta. Sin embargo, la subida de precios ya no es una opción viable debido a la caída de los volúmenes de ventas.
A pesar de los desafíos, algunas empresas han logrado destacarse en el sector alimentario. Empresas como ILAS, Acesur y Jealsa, que producen marcas blancas, han sido excepciones y han logrado aumentar sus ventas y beneficios gracias a su política de precios y estrategias comerciales.
Aunque algunas empresas han logrado sobrellevar la crisis, la situación sigue siendo difícil para el sector en general. Factores geopolíticos, la incertidumbre política en España y la sequía continúan impactando negativamente en las empresas de alimentos.
En resumen, la industria alimentaria en España está trabajando arduamente para recuperar sus márgenes de explotación y reconstruir su cuenta de explotación. Se están implementando diferentes estrategias para mejorar la rentabilidad, pero aún hay muchos desafíos por enfrentar. El sector espera poder superar estas dificultades y volver a crecer en el futuro.
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