El escándalo de corrupción en torno a la Supercopa de España ha salpicado a figuras prominentes del fútbol español. Gerard Piqué y Luis Rubiales se encuentran bajo la lupa por presuntamente beneficiarse de comisiones a través de sus empresas en relación con el traslado del torneo a Arabia Saudí.
Según las investigaciones de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil (UCO), la empresa Globalia, dirigida por Juan José Hidalgo, habría obtenido ganancias exorbitantes a expensas de la Federación Española de Fútbol. En 2022, se estima que Globalia recibió la cifra de 27,8 millones de euros por sus servicios a la RFEF.
Además, se ha revelado un enlace entre Globalia y Francisco Javier Martín Alcaide, amigo de Rubiales y actualmente imputado en un caso de corrupción. Según la UCO, Rubiales habría pasado el fin de año en Punta Cana junto a empresarios vinculados a Globalia, levantando sospechas sobre posibles conflictos de interés.
La Federación Española de Fútbol ha sido acusada de pagar sobrecostes en los viajes de las selecciones nacionales a través de Globalia, lo cual ha generado controversia en el mundo del deporte. A pesar de las acusaciones, Globalia ha defendido sus acciones, argumentando que participó en procesos públicos y concursos para obtener el contrato con la RFEF.
El escándalo ha causado revuelo en el ámbito deportivo y político, generando llamados a una investigación exhaustiva para esclarecer la presunta corrupción en torno a la Supercopa de España y los supuestos favorecimientos a empresas vinculadas a figuras de relevancia en el fútbol español. La transparencia y la integridad en el deporte son aspectos fundamentales que deben preservarse para garantizar la limpieza en las competiciones futuras.
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